Reutilizar bote de gel.

Esta es otra de las ideas de la jefa. Al igual que el bote reciclado en portavelas, con cuatro cosas que hay por casa, se ha sacado de la manga, un maravilloso bote de gel, con un toque rustico, que podremos rellenar y usar durante mucho tiempo. Lo mas interesante del bote no es solo que adorna, sino que además es funcional. El estilo de decoración es mas bien tirando a rustico-elegante, porque no es algo meramente funcional, sino que tiene formas decorativas, que en algo rustico a secas, no encontraríamos.

No hemos hecho fotos del proceso, porque ha salido sobre la marcha. Pero no es difícil de entender con las explicaciones que os vamos a dar. Los materiales son sencillos, y son los siguientes:

                                           -bote de gel o champú, con dosificador.
                                           -cuerda de esparto
                                           -cola blanca
                                           -arroz
                                           -pintura acrílica
                                           -nogalina
                                           -barniz
                                           -loctite (cianocrilato)

Las herramientas empleadas son también sencillas, Tijeras para cortar la cuerda y Brochas para dar la cola, la pintura y el barniz.

El punto de partida es un bote, igual al de la izquierda. Cuando se terminan, los fabricantes esperan que los tires, y compres otro. De esta forma, el gel de manos o el champú, lo podemos rellenar de botes familiares, y seguir aprovechando el dosificador. También se puede hacer sin adornar el bote, pero no es lo mismo. Así esta mas bonito, o al menos, distinto.

Como se puede ver, el dosificador se puede soltar sin ninguna dificultad. El cierre es perfecto, porque la cuerda se pone con el tapón puesto y bien cerrado.
En la rosca no se ha hecho nada, ni pintar, porque aunque funcionara igual de bien, acabaria saltando la pintura, y mezclándose con el relleno, y no queremos estropear el dosificador con restos de la pintura.

 Aquí vemos un detalle de la boca del bote. Se lleva la cuerda hasta arriba, pero aunque no se aprecia bien, no llega hasta la rosca. Queda un espacio para que el tapón pueda entrar hasta el final.

Detalle del tapón. Es aquí el único lugar donde se ha usado loctite, y ha sido para evitar que la cuerda se mueva. Así como en el resto del bote, con la cola es suficiente para que la cuerda no se mueva, en el tapón, al ser una superficie tan pequeña, se mueve, así que lo reforzó con una gotas de loctite (cianocrilato), que de forma rápida, mantiene fija la cuerda.

¿Y como se ha hecho? Se empieza por abajo. Se da cola en el bote, y se va enrollando la cuerda alrededor del bote. Hay que ir enrollando de forma que no se mueva la cuerda, si es necesario esperar un poco a que la cola agarre un poco, y seguir enrollando. Mi mujer le ha dejado una ventanita, para que se vea la capacidad del bote, aunque se podía haber dejado otro en otro sitio para poder poner una etiqueta con la indicación del contenido. Imaginate que tienes varios de estos, y al final no sabes que tienes dentro.....

Se sigue enrollando cuerda, hasta llegar al nivel de la rosca. En ese punto, se vuelve la cuerda, y se le da la forma que se ve. La cuerda es la zona mas clara, bordeada por las zonas oscuras. La cuerda acaba haciendo un circulo. Se corta la cuerda y se pega bien.

Aqui se ve mas en detalle el circulo final de la cuerda. Posteriormente se rellena de arroz, y se perfila la cuerda también con arroz. La forma de ponerlo es sencilla, se aplica cola blanca, y se pone el arroz sobre la cola.

 Pues como ya tenemos el bote forrado, y la parte delantera adornada convenientemente, había que poner algo por la parte posterior. Y se empieza de arriba a abajo. Se le da una vuelta en la parte superior, con el tapón puesto, pero pegando a la cuerda. De esta forma, esta vuelta no impedirá el cierre del tapón.

Se va pegando la cuerda, dándole la forma deseada, y si os fijáis bien, abajo se ve como la cuerda vuelve hacia arriba, y acaba en un flequillo. El final de la cuerda se peina, para pegarla.

Después de acabar con la cuerda, se pone el arroz, como he indicado antes. Por supuesto que se puede emplear cualquier otra cosa, cuentas de vidrio, lentejas etc... Aquí cada uno juega con lo que tiene o quiere.

Por atrás, al tener mucho espacio vació, coloca unos montones de granos de arroz, que además permite un mejor agarre.

Detalle del cierre del tapón. A quedado perfecto, creo yo. Cuando ya tenemos todo seco, se le da una mano de nogalina. Con la nogalina se tiñe un poco la cuerda, para que tenga un color mas intenso. Se pinta el arroz de color marrón.
Y después el barniz. Es curioso que un barniz mate, haya dado tanto brillo.





Y esto es todo. Espero que os haya gustado, y que os animéis a hacer uno de estos aparatos. Es fácil y el resultado es espectacular.
Hasta otra.