miércoles, 2 de abril de 2014

Banco de trabajo, con puerta de nevera

Este banco de trabajo es algo exótico, pero funcional. Y reciclado. Usaremos la puerta de una nevera vieja. Esas neveras tenían las puertas planas, al contrario de las modernas, que con sus curvas hacen imposible este tipo de reciclados. Las maderas salen de palets, como siempre. Y el resto de los materiales también salen de algún recicladero.

Reciclar una puerta de nevera para hacer un banco de trabajo




Pues empezamos desmontando la puerta, que es algo que no tiene mayor dificultad, sobre todo cuando no hay que volver a colocarla. Se desmonta la parte interna de plástico, que va sujeta con tornillos. También se retira el aislante interior, el asa y todos los logotipos y marcas que hay en la puerta.

Como se puede ver, se rellena el interior de la puerta con los travesaños gordos de los palets. En mi caso, le hice un corte a alguno de ellos, para insertar las patas. Esta van atornilladas a los largueros de final de la mesa. Los largueros centrales van a soportar el cajón.
En caso de que no encajen perfectamente dentro de la puerta, se puede hacer un rebaje, como el que tengo en el larguero con letras.




También se ponen otros largueros en la parte baja del banco, para darle estabilidad. se puede aprovechar de almacén de maderas o maquinaria. En mi caso, aprovechando la jubilación de una mesilla vieja, la "incruste" tal como la veis, y se ha ganado algo mas de estabilidad, además de dos cajones mas, que nunca vienen mal.





Cajón de fabricación propia. Las guías telescópicas proceden del cajón de una fotocopiadora. También sirven las de los cajones de los armarios de cocina. Acordaros de recuperarlas cuando llegué el momento.







El cajón esta hecho sobre una base, que no se de donde he sacado, pero las paredes salen de la carcasa de un ordenador, haciendo los dobleces a puro martillo. No lo había hecho nunca, y no es difícil, solo hay que tener un poco de cuidado, y no sale muy mal. Se puede aprovechar los dobleces originales de la chapa para ponerlos en la parte visible, y se nota menos la chapuza. Luego se unen con remaches.


En el borde superior he colocado un cacho de perfil de aluminio, para protegernos del corte de la chapa. También se pueden ver unos ángulos de aluminio para poner una caja movible.
El tirador seguro que le suena a mas de uno, es el típico de las cocinas de antaño.






La caja del cajón, también esta hecha a partir de una chapa de carcasa de ordenador. La construcción de este tipo de cajitas no es difícil, solo recordar las clases de geometría de la escuela, y los recortables de papel para hacer cubos y pirámides con ellos. También se une todo con remaches.









Como se puede ver, esta caja no es un capricho, que lo es. Pero tiene mucho espacio y es muy practica.






Aquí un truco del almendruco. Si os fijáis a la derecha del cajón, tengo una buena colección de mordazas, que antes no se veían.
Pues aprovechado el espacio que hay entre el cajón y la pata, y que tenia un artilugio de esos que se ponían en los armarios para poner perchas, le he buscado un hogar cálido a las mordazas. Y siempre a mano, que es otro punto a favor.





Estos son los elementos porta-perchas que os he comentado. Se atornillan a la base, y se deslizan hacia afuera cómodamente.








Seguramente que habréis visto multitud de bancos de trabajo mejores y mas bonitos que este. Pero seguro que parecidos a este, muy pocos. El costo es mínimo, si tenéis la nevera para tirar. El resto de elementos pueden ser sustituidos por otros similares, o aprovechar cajones o armarios o.... La imaginación es el limite.
Espero que pueda servir la idea a alguien, y al que no, que haya pasado un ratito entretenido.
Saludos.

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