Esta vez le toca a mi esposa enseñar uno de sus trabajos. Se trata de unos pendientes, de esos de perla, pero sin perla. Y con el tiempo, el recubrimiento perlado, se suelta. La perla, se pela. Ya no se pueden poner. Pero no es el fin de unos pendientes. Ahora vamos a ver como.
Aquí tenemos los pendientes, después de retirar todo el recubrimiento de la bola. No se trata de bolas de plástico, mas bien es algún tipo de material cerámico. Este es el primer paso en el proceso de "tuning" o reciclado de los pendientes.
Una primera mano de esmalte de uñas. La superficie de la bola esta muy pulida, y el esmalte colorea de forma desigual la superficie. También se puede acentuar el efecto, repasando con el pincel, antes de que seque, por zonas alternas. Eso le da una mayor apariencia a piedra semipreciosa.
Y después de pintar, esta es una buena forma de esperar a que se seque el esmalte. Las pinzas de ropa son, con toda seguridad, uno de los elementos bricolajeros, mas utilizados.
Una vez bien seco el esmalte, se le puede dar una mano de esmalte transparente. Protegerá un poco mas la capa de color, y mantiene el brillo del esmalte de color.
Y aquí tenemos el resultado final. Unos pendientes únicos, personalizados y hechos al gusto de la dueña. ¿que mas se puede pedir? Aparte de que hubieran sido de perlas de verdad, quiero decir.
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domingo, 15 de febrero de 2015
Reciclando (y mejorando) unos pendientes.
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