viernes, 4 de julio de 2014

Como hacer un arcon-baul con puertas de armario. Capitulo IV y ultimo.



Y llegados a este punto. con el baúl ya operativo, le llega una familia para adoptarle. Claro que la apariencia es un poco "difícil" de mantenerla en una casa. Así que hay que darle una vuelta mas al mueble, para hacerlo mas "casero". Se barajaron varias opciones, y yo me decante por poder usarlo de baúl, pero también de asiento. Así que salio algo como esto


como hacer un arcon-baul con puertas recicladas de un armario de sala.



El proceso de modificación, básicamente, es tapizar la tapa. Para ello se usa un taco de gomaespuma rescatado del cojín de un viejo sofá. La teoría es mas sencilla que la practica. Pero con paciencia, y un cúter bien afilado, poco a poco se va dando forma a la gomaespuma.
Tampoco necesitamos que el asiento sea tan gordo como lo que nos daría el taco que tenemos. Así que con cuidado, lo cortamos por la mitad. No importa que salga un "poco mordido", porque no se va a ver, ni a notar casi nada.

Para sujetar la gomaespuma y darle un poco de forma, le he puesto un retal de algodón, que se puede grapar y pegar a la tapa, de forma que los cantos queden redondeados. Luego, una vez puesta la tela de tapizar, todo el conjunto se sujeta con un canto de madera. De esta forma también tapamos las grapas o chinchetas (según el método de fijado elegido) que hayamos usado en el proceso.
Aquí tenemos el resultado de la tapa tapizada. Como no sabia como podía quedar finalmente, no se había planeado que hacer con la parte trasera de la tapa. Pero visto el resultado, y despreciando cualquier lógica, nos animamos (mi suegro y yo) a tapizar también la parte fija de la tapa.
El canto de madera lo atornillamos, para poder quitar en algún momento para la limpieza o sustitucion del tapizado.

La parte fija de la tapa, también tapizada y canteada.
Y ya  con las bandejas llenas de juguetes, que va a ser el destino final del baúl. Guardar los tesoros de mi sobrina pequeña, autentico terremoto, que le va a dar muy mala vida al baúl.
Pues esto es todo. Debo comentar, como no puede ser de otra forma, que el pintado final, blanco brillante, y que ha quedado como un espejo, ha sido obra de mi suegro, un ayudante excepcional, y que siempre tiene la palabra adecuada, en el momento mas oportuno.

Espero que os haya gustado, y que pueda servir de idea, para que alguien pueda hacer algo parecido o mejor. De lo que se trata es de reutilizar, para generar menos residuos. Y si además queda mirable, mejor que mejor.

Hasta la próxima.


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