Los materiales empleados en la construccion son casi todos reciclados o reutilizados. Madera de palets, asas de muebles de cocina viejos, telas sobrantes de cortinas (donados por la jefa), y restos de lo que se llamaba skai, que se usaba en la tapiceria de sofás hace mucho tiempo.
Estos fueron los comienzos, con las tablas sacadas de los palets, cepilladas y lijadas a mano, se fabrican los tableros. Se encolan y se atornillan, ya que quiero que tenga mucha resistencia. Va a ser usado por una niña, pero que parecen tres, de lo movida que es.
Ya se le ve que va a ser robusto. También tiene un peso "interesante", para intentar evitar que se balancee mucho, y que no se caiga facilmente el que se siente en el.
La construcción del baúl también a tenido un tortuoso recorrido. La idea primera era crear una especie de carril por el que transcurriera un eje que sujetara el pupitre, y que hiciera algo de contrapeso. Cuando estaba casi echo, me pareció que el pupitre no tenia la suficiente resistencia, y al reforzarlo ya no podía poner el carril.
Posteriormente tenia intención de
poner una cajita con tapa, para lapiceros y esas cosas. Cuando decidí
forrarlo con tela había problemas con la bisagra de la tapa, así
que se quito.
El primer “tapizado” no gusto, así que... otro cambio mas. También hemos tenido
polémica con el cierre, las asas etc.
El proceso de la caja es simple, por lo
que puse en las esquinas unos refuerzos triangulares, y nos
cuadradillos para sujetar también la caja de lapiceros.
Como nunca
había forrado una caja hice una prueba con una tela normal, de
algodón (retales de una sabana). Con esto quería ver los problemas
que tendría al hacer el forrado definitivo. Resulto una buena idea,
además de aprender, mejoro la superficie de pegado, y tapo algún
fallo en la madera, que con solo una capa se notaría.
Y ya no tengo mas fotos de la construccion, así que solo queda ver el resultado final. El forrado exterior resulta un poco complicado, porque use cola blanca. Lo mejor es usar cola de contacto, pero no tenia la cantidad que hubiera necesitado. Así que lo encole, y luego grape todos los extremos del forro.
Para esconder las grapas, y proteger las esquinas, le puse ángulos de madera. Es casi lo único que compre para hacer el baúl. El candado y el cierre también son nuevos. La bisagra de piano también es un resto de otro trabajo.
El proceso de pintura, con todo ya montado, tuvo su parte peligrosa. Pero con cuidado, y una lamina de acetato (un separador de los cuadernos de anillas), al final se acabo el proceso de pintura, sin mayores complicaciones.
Pues solo queda enseñar algunos detalles, que yo creo que le da un plus de personalizacion. Pero eso lo veremos en la siguiente entrega.
Continuara....... otra vez.
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