lunes, 31 de marzo de 2014

Pupitre para mi sobrina. Parte III y final. Por fin

Ahora vamos a ver los "toques" que a mi me parecen que le dan ese valor añadido que a mi, como el padre de la criatura, mas me gustan. Fundamentalmente la pintura. El proceso de pintura, en este trabajo en particular, a sido a petición del mismo mueble. Este sistema de pintura (que bonito queda diciéndolo así), es en realidad, que tu empiezas a pintar con una idea, y el mueble te va diciendo lo que tienes que ir haciendo.

baul infantil de madera de palet, reciclado de piezas electronicas


La pintura esta echa a mano alzada, literalmente iba saliendo mientras lo pintaba, como si fuera hablando. Una vez que descarte el teñido de la madera, lo único planificado fue el color principal, ese verde que hace juego con el color del cuarto de la niña, pero todo lo demás salio por si mismo. En las esquinas aplique azul con la técnica del pincel seco ( se moja la brocha en la pintura, y después se quita casi toda la pintura en una tela o papel; al pasar la brocha de lado por los cantos queda un “síes noes” de pintura).


Para compensar un poco el vacío en el travesaño inferior, aparte de los recuadros a dos colores, me pareció buena idea dejar constancia del año de fabricación (en euskera).









El fondo del nombre finalmente ha quedado azul, pero en sus comienzos era negro, y a base de mezclar, poner y retocar colores, se quedo azul, lo que me llevo a poner las estrellas.
El deposito de lapiceros fue la única solución que se me ocurrió para ocupar un agujero de bisagra que había en la tabla.
El deposito es el tapón de un bote de productos de peluquería, que esta pegado, y luego pintado. Por si no se ve bien, es la franja azul debajo de la mesa.





Y por ultimo la chapa con el nombre en el baúl. El aluminio procede de un refrigerador de una placa electrónica de una fotocopiadora. Después de recortar, y con una punta acerada, martilleando poco a poco (y con poca habilidad por lo que se ve) hice el cerco donde poner el nombre, el perfilado de las letras. Y para rematar, con un tornillo de punta afilada, repase las zonas que quería sombrear, cogiendo el tornillo de forma que al golpearlo solo marque un poco el aluminio (como si tuviera un muelle que le obliga a subir).

Para que se viera un poco mejor el nombre teñí, con betún de judea, la zona, y cuando se seco con un trapo retire el exceso, limpiando las zonas que interesaban.
No a quedado todo lo bien que me hubiera gustado, pero era el primer intento. Espero que la próxima vez mejore el resultado.





Las placas refrigeradoras que comentaba son las de la foto. Las podéis encontrar en muchas placas electrónicas. Podrán ser mas grandes o mas pequeñas, pero las posibilidades que da el aluminio son increíbles.








El comienzo, con la placa entera. Es mas fácil manejarla si es mayor, que si recortamos a una medida menor.









Un detalle desde mas cerca. El sistema del picoteado es una idea que se me ocurrió viendo un documental en la tele (si soy yo el que ve los documentales de la tele), donde explicaban como se tatúan en algunos lugares de Asia. 
Cogiendo el tornillo con dos dedos, de forma que ejerza resistencia al efecto del martillo, y dando un picoteo por toda la superficie, conseguimos este efecto. Lo repito porque me parece interesante y es algo que es muy fácil de hacer. Intentarlo




Y esto es todo (por fin.....) Me gustaría que le hubiera ayudado a alguien a intentar algo parecido. Este trabajo es mejorable, así que si alguien se anima, haber si nos o enseña..

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